lunes, 8 de julio de 2013

Música que rueda

En la tarde y noche de ayer asistí a una actividad organizada por los amigos de La Casetera llamada #360vinyl, donde pudimos pasar un buen rato escuchando no solo buena música entre gente que a uno le cae bien, sino ser parte de toda una experiencia en torno al mundo de los discos de pasta o vinilos. La misma tuvo lugar en La Alpargatería, un lugar más que apropiado para este tipo de actividades debido a sus características y público que lo frecuenta. Salvo unos problemitas de sonido, la velada fue bastante agradable y edificante.

Se motivó a los asistentes a que, si tenían, llevaran sus propios álbumes y compartir el escuchado entre todos. Así mismo, el equipo de La Casetera llevó sus propios discos, y entre tonada y tonada, fuimos aprendiendo más acerca de esta entusiasta forma de disfrutar la música gracias a los precisos aportes del connoisseur Manuel Betances.

Personalmente quedé sorprendido con el despliegue de discos que llevaron algunos de los asistentes. Joyas de la música de todo tipo hicieron presencia en los platos. Diversos ritmos, artistas, géneros, movimientos y épocas fueron representados esa noche.

De la actividad me llevé algunas impresiones. Y si bien no creo que comience a coleccionar vinilos (mis intereses giran más en torno al papel), eso no quita que pueda disfrutar y analizar lo que ellos representan. Cómo amante de la música, es lo menos que puedo hacer. Mis experiencias con los discos de pasta es bien poca. Aparte de escuchar los de los abuelos cuando niño, nunca había tocado uno excepto en la casa de una amiga en Gazcue en 1991. Recuerdo que se había ido la luz y puse a girar con la mano un disco de Juan Luis Guerra que estaba puesto. ¡Y que sorpresa para mí al escuchar que de la nada, salía música! Desde ese momento se convirtieron en algo mágico, aunque si bien inalcanzable pues era ya la era del disco compacto y luego vendría Internet, con todas sus consecuencias...

La música digital, si bien conveniente para cargar, tiene la desventaja de que conlleva la perdida de unicidad. Las experiencias acumuladas con el tiempo. Las marcas en los discos y el los cuadernillos. Hasta el mismo desgaste de los vinilos con el uso y cosas tan ínfimas como motas de polvo acumulado en los grooves del disco. Todo esto se conjuga para hacer de cada copia algo singular e irrepetible y que realmente te sientas dueño de la música que escuchas. Esto lo pudimos comprobar anoche cuando dos personas (Diego Cepeda y Carlos Gonzalez), que a pesar de tener el mismo disco, Graceland de Paul Simon, ambos eran bien diferentes. Cada uno tenía su propia historia y camino recorrido. Cada uno era único.

Lo digital es más estéril y de poco valor en si mismo. Quizás por eso no nos importa piratear canciones. Solo importa la información. Las ansiedades que provocan la fragilidad de las cosas y por ende el lazo sentimental que se crea, están en mayor parte ausentes. Si se te borra el disco duro, siempre puedes bajar las canciones de nuevo o tener algún backup. Los discos de pasta son más cálidos y, en cierto modo, más legítimo. Reproducirlos es una especie de comunión entre el artista y su audiencia. Especialmente si consideramos todos los elementos adyacentes, como el arte de portada e interiores, o hasta los viejos trucos de reproducir en reversa para escuchar un mensaje secreto. Creo que podemos decir que en el caso de los vinilos, el medio es definitivamente el mensaje.

J.-


1 comentario:

  1. Hola: No sabia que en este país había entusiastas, salvos unos pocos, que estaban a ese nivel de organizar encuentros en lugares públicos, se que existen en otros países, logicamnte USA, pero en América latina en Argentina en donde hay bares en donde solo se colocan exclusivamente vinilos.

    No es un asunto de Nostalgia, ni nada parecido pero es cierto que la Música Digital pierde un grandísimo % de la capacidad, aun en los CD originales el rendimiento del audio es fuertemente disminuido. Los digitales simplemente recurren al truco de aumentar la intensidad de los Peak(esos cuadritos o graficos que marcan el sonido en el analizador grafico, ya sea de tu Stereo, tu PC o reproductor digital).

    En fin con esa de que los digitales "suenan mas altos" nos engañaron con el formato.
    Otro caso es que por mucho tiempo la Piratería, en especial de La Guarachita y otros, inundaron el mercado de vinilos de muy mala calidad.

    Para escuchar el sonido de Vinilos es como tener una Harley-Davidson, tienes que tener funcionando y ajustados todos los elementos que lo componen a parte de que los equipos son mas costosos y tanto el formato como el equipo no son portátiles. Otra cosa los vinilos se deben cuidar, si los cuidas como es debido duran Décadas y el sonido se mantiene prístino.

    En fin te puedo mostrar que tan diferente suena la misma canción en ambos formatos el primero en CD y la segunda en Vinilo, a propósito que mencionaste a JLG, y compara tu mismo los audios, luego me cuentas

    El audio del vinilo esta en un video de 240p vs un video que tiene 480P

    CD:
    http://www.youtube.com/watch?v=dBLacwpJ_So
    480p

    vs

    VINILO ORIGINAL
    http://www.youtube.com/watch?v=mewl-FhBW8c
    240p

    Muchos saludos,

    Rael

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