50 años

Este 30 de Mayo se celebrarán los 50 años del ajusticiamiento del tirano Rafael Trujillo. Aunque su desaparición física forzosa fué buena y beneficiosa para la población en terminos de libertad, si bien es cierto que tanta represión provocó en nosotros un efecto banda elástica, donde pasamos del totalitarismo mas férreo al libertinaje mas abyecto, donde cada quien hace lo que le da su gana porque ya el Jefe no esta entre nosotros. Cuando antes era penado por los estamentos de poder, luego de la muerte del Jefe, en poco tiempo el lanzar basura a las calles se convirtió en el deporte nacional... y aún estamos pagando las consecuencias.

El panorama eléctrico nacional

Este día nos ocuparemos de un caso en particular y es el de la energía eléctrica. Es bien sabido que este via crucis nacional, uno de tantos, comenzó también después de la partida del Chivo y hasta el día de hoy no hay fuerza que haya podido siquiera hacer amagos de resolución. No ha valido nada y nada. Y hay muchas razones, terrible gerencia pública, desperdicio en la población, entre otras.




De nuevo, "el Jefe ya no está, yo hago lo que quiera y me robo la luz". Los problemas comienzan, y se van agravando, con el éxodo masivo desde los campos hacia la ciudad. La aparición de viviendas informales, tarantines, barrios enteros que fueron apareciendo entre cada recoveco del Distrito Nacional. Especialmente en tierras de nadie, en cañadas, en ríos, en donde quiera que no hubiera nada más que terreno vacío. Sus residentes, muchas veces sin siquiera documentos que avalen su existencia, otras con apenas educación mínima, pero todos con una mezcla de sentido de supervivencia y sentimiento de que esto le corresponde por derecho inalienable, establecieron conexiones ilegales con el sistema de distribución eléctrico y esto se extendió como una infinita y complicada telaraña por toda la parte alta de la ciudad. En un país donde los pobres son, por mucho, la inmensa mayoría y que su ciudad capital concentra alrededor del 30% de la población, aunado con la imposibilidad, real o artificial (muchas veces era moneda de curso político: le das energia "gratis" a los pobres, y estos votan por ti), que presentaba el gobierno para hacer los cobros, , era de esperar que esto llevara al descalabro del sistema.


En los años 70s el mundo tuvo la primera gran crisis del petroleo, que nos recordó que no es un recurso ni infinito, ni renovable, 4 decadas más hemos tenido un par más y muchos expertos indican que ya hemos pasado el tenebroso peak oil, o como se le llama en inglés al punto donde ya las reservas de petróleo son menores que la cantidad que hemos usado en este siglo y algo de combustibles fósiles. Si bien es una cantidad inmensa de petroleo, también es cierto, y más cierto aún, que el consumo ha crecido de manera geométrica, especialmente con el ascenso de China e India, lo cual quiere decir que el petroleo que nos queda nos durará por muchos y muchos menos años que los que hemos usado hasta ahora. Algunos dicen que en 25 años se terminará todo. Y aquí en Republica Dominicana aún tenemos apagones. Por eso escribí esto que se llama "50 años":

Se va a acabar el petroleo
y en Republica Dominicana
nunca podremos lograr
estar sin apagones.

50 años en esto y todo por la terrible
política social de nuestros gobiernos
que fomentó los asentamientos
de la periferia.

50 años de presupuesto ineficiente.
De desperdicio energético.
De deformación de la conducta social
respecto al pago y al ahorro.

50 años de paternalismo y chabacanería.
De vil entreguismo y de politiquería.
De promesas. De sindicatos destruidos.
De burlas escondidas.

50 años de cables mal pegados y niños electrocutados.
De plantas, baterías e inversores.
De transformadores dañados.
De voltajes elevados.

50 años de retraso al manoseado progreso.
De que los pocos se beneficien con la desgracia de los muchos.
De oscuridad y no de electricidad.

50 años y nunca disfrutamos de energía constante.
Ya nunca sabremos que se siente que no se vaya la luz.
Que se siente el no recibir al apagón irritante.
Pues, entre otras cosas, nunca nos liberamos de esta cruz.

50 años sin luz.