sábado, 26 de noviembre de 2011

Mi Medianoche Parisina

Uno pensaría que dos películas tan distintas como Inception y Midnight In Paris no tendrían nada en común. Desde los estilos diametralmente opuestos de sus realizadores, uno intimista y emotivo, el otro épico y súper técnico. Hasta los presupuestos de los que generalmente disponen son disimiles.

En lo que ambos si se parecen es en su preferencia por los repartos corales, porque aunque generalmente sus historias giran en torno a un personaje principal, las mismas se ven adornadas por toda suerte de contribuciones por parte de elencos larguísimos repletos de cameos.

De igual modo, estas dos películas no solo contienen participaciones claves por parte de Marion Cotillard, haciendo de etérea musa reveladora de las claves necesarias para que el personaje principal pueda tomar la decisión de resolver su vida y salir de ese bache donde ha girado ya por un buen tiempo. También contienen experiencias extraordinarias donde nos apartamos de la realidad presente y nos vamos en viajes interiores. La una dentro de los sueños, la otra hacia el pasado. Ambas poniendo niveles de conciencia uno sobre otro. Y haciéndolo otra vez. Curiosamente, también presentan lo desgraciado de adentrarse en viajes cada vez más profundos.

80% de la película es Owen Wilson caminando con las manos en los bolsillos